El Parlamento de Cataluña (noreste de España) está preparando una ley para poder investir a distancia al líder independentista Carles Puigdemont, que podría aprobarse el 3 de mayo próximo, pero el gobierno español amenaza con una impugnación.
La cámara, con sede en Barcelona, está tramitando una reforma al proyecto de Ley de Presidencia, para permitir que el candidato a la Generalitat de Cataluña no se presente en la sesión de investidura, como lo pretende la mayoría independentista a favor de Puigdemont.
El proyecto de reforma se encuentra en revisión por el Consejo de Garantías Estatutarias del Parlamento, toda vez que los grupos opositores de Ciudadanos y el Partido Socialista de Cataluña pidieron un dictamen.
Con ello, lo que pretenden es presentar enmiendas a la reforma para impedir la llamada “investidura telemática”.
Además el gobierno español comunicó que esperará a saber si el Parlamento catalán aprueba esta reforma para presentar inmediatamente un recurso de impugnación ante el Tribunal Constitucional, y la anule e impida una investidura de Puigdemont, quien se encuentra en Alemania en libertad bajo fianza, mientras se resuelve un pedido de extradición solicitado por España.
La propuesta efectuada por los grupos parlamentarios de fuerzas independentistas se da después de que los mismos aseguraran que Puigdemont y su exconsejero Antoni Comín puedan delegar su voto para las sesiones del Parlamento.
Con ello, los grupos de Juntos por Cataluña, que preside Puigdemont, y Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) aseguran los 66 votos que necesita para poder investir presidente a uno de los suyos en segunda votación.
La medida la buscan debido a que los anticapitalistas de la Candidatura de Unidad Popular (CUP), con cuatro diputados, solo apoyan como candidato a Puigdemont, quien no puede presentarse personalmente a una sesión de la cámara en Barcelona.
En caso de que prospere la impugnación del gobierno español ante el Tribunal Constitucional, la mayoría independentista puede presentar otro candidato y ganar una segunda votación, de 66 votos a favor y 65 en contra, con las cuatro abstenciones de la CUP.
Los movimientos en el Parlamento catalán se han acelerado debido a que el plazo para realizar una investidura presidencial vence el 22 de mayo, y en caso contrario se convocarían a nuevas elecciones.